lunes, 22 de junio de 2009

Juan Diaz De Solis

Juan Díaz de Solís (Lebrija (Sevilla), 1470[1] [2] - Punta Gorda, Uruguay, 20 de enero de 1516) fue un navegante español o portugués, descubridor del Río de la Plata.

Las fuentes difieren acerca del lugar de nacimiento de Juan Díaz de Solís, a tal punto que no se ponen de acuerdo ni siquiera en su país de origen. Puede haber sido portugués o sevillano de Lebrija, y haber nacido en, o alrededor de, 1470. Si en verdad había nacido en Portugal, no existe duda alguna de que provenía de una familia española.[3]

Ingresa muy joven en la marina portuguesa como marino, Juan Díaz viajó muchas veces en su juventud hasta la India, donde Portugal poseía colonias y administraba una gran actividad comercial. Estuvo en expediciones a Yucatán entre 1506 y 1507.[4]

Poco satisfecho por lo magro de su salario (muchas veces directamente impago), el joven navegante abandonó la flota lusitana y comenzó a trabajar al servicio de los corsarios franceses. En cierto momento, el buque pirata en el que navegaba capturó un navío portugués que regresaba de la Costa de Oro. Este era un crimen capital en Portugal, por lo que Díaz se vio obligado a pasar a España y nunca regresar so pena de muerte. Como los servicios de un piloto experimentado eran muy requeridos, no encontró dificultades para embarcarse en la flota castellana.

En 1508, Díaz tomó contacto con Vicente Yáñez Pinzón, compañero de Cristóbal Colón en sus anteriores viajes de descubrimiento. Yáñez convenció a Solís de embarcarse juntos, y ese mismo año partieron hacia el oeste, en 1508.

No se conoce con precisión la ruta de ese viaje, pero en apariencia intentaban buscar la ruta a las Islas de las Especias, el deseado pasaje a través del continente americano hacia el Pacífico y las Indias. No pudieron encontrar el pasaje, pero pasaron parte del tiempo explorando el Mar Caribe y relevando la costa nicaragüense en la zona de Veragua.

Yáñez y Díaz regresaron a España en 1509, pero una grave disputa entre ellos terminó con Solís en la prisión. Sin embargo, los magistrados estimaron que tenía la razón, y lo liberaron al poco tiempo.

El navegante consiguió hacerse amigo del rey Fernando V de Castilla, el cual, por su capacidad y pericia como marino, lo consideró como primer candidato al puesto de Piloto Mayor de Castilla a la muerte del célebre Américo Vespucio (febrero de 1512). De este modo, Solís se convirtió en sucesor del italiano y en almirante de la flota de descubrimiento española
En 1515, Juan Díaz emprendió su último viaje en la búsqueda del pasaje transoceánico. En caso de encontrarlo, planeaba atravesar el Pacífico hasta alcanzar el Extremo Oriente.

La expedición estaba equipada con tres pequeñas carabelas, y setenta marineros. El monopolio del comercio con Oriente estaba en manos de la corona portuguesa, que temía perderlo en favor de los españoles y por ese motivo desarrollaba una ingente tarea de espionaje en todos los puertos que su rival pudiera utilizar para enviar expediciones.

Descubierta la proximidad de la partida de Solís, los portugueses intentaron sabotear los tres barcos, lo que falló. No pudieron, por ende, impedir la partida del explorador desde el puerto de Sanlúcar de Barrameda el 8 de octubre de 1515.

Habiendo alcanzado la costa del Brasil, Díaz navegó lentamente hacia el sur a la vista de tierra descubriendo la bahía de Babitonga (noreste del actual estado de Santa Catarina), bahía en la cual encontró un puerto al cual llamó de San Francisco, pasó por la isla de Santa Catarina, prosiguió explorando la costa hoy riograndense y la uruguaya ingresando así en el río de la Plata, una enorme extensión de agua dulce que configura el estuario de los ríos Paraná y Uruguay. Confundiéndolo con un brazo de mar de salinidad inexplicablemente baja, Díaz lo bautizó, precisamente, "Mar Dulce", y pudo penetrar en él gracias al escaso calado de sus tres carabelas.

Hizo escala en la isla Martín García, que bautizó así porque allí tuvo que sepultar a su segundo de ese nombre, fallecido a bordo, convirtiéndose Solís de ese modo en el primer europeo en poner pie en lo que hoy día constituye la República Argentina.

Al desembarcar en la costa oriental con algunos de sus tripulantes (entre ellos Pedro de Alarcón y Francisco Marquina) en el paraje hoy conocido como Punta Gorda, Solís y los suyos fueron atacados por un grupo de originarios (posiblemente de etnia charrúa o guaraní), que los ejecutaron ante la mirada del resto de los marinos, que observaron impotentes sus muertes desde la borda de los buques, fondeados a tiro de piedra de la costa.
El descubridor de la península de Cabo Verde Dinis Dias en 1444. Pocas fuentes indican que nació en Algarve, aunque no está del todo confirmado. No se tienen datos de su niñez ni su juventud.
En 1481 acompaña al navegante Diogo de Azambuja en una expedición hacia la Costa de Oro. Poco después es asignado caballero de la Corte, superintendente de los almacenes reales y maestro velero de la nave de guerra São Cristóvão.
Viaje al sur de África [editar]
En 1486, el Rey João II de Portugal solicitó a Dias para que recorriera África por el sur y encontrar el país del mítico rey cristiano Preste Juan, del cual se tenían noticias muy recientes de João Alfonso da Aveiro y el rey deseaba entablar relaciones amistosas con dicho reino.
A Dias le tomó diez meses para preparar dicha expedición y partió de Lisboa a finales de julio o comienzos de agosto de 1487, con dos carabelas armadas de 50 toneladas y un barco de provisiones. Junto a este viaje lo acompañarían Pêro de Alenquer, quién relató el primer viaje de Vasco da Gama; João Infante, Álvaro Martins y João Grego. El barco de provisiones era comandado por el hermano de Bartolomé, Pêro Dias. Adicionalmente acompañaban dos hombres y cuatro mujeres de raza negra, que servirían de intérpretes a los nativos para explicar el objetivo de la expedición.
Navegó primero hacia la desembocadura del río Congo, descubierta en 1486 por Diogo Cão y Martin Behaim, de ahí recorrió la costa africana de Angola y Namibia y llegó a Walbisbaai (Walvis Bay). A finales de diciembre de 1487 llega a un lugar cerca de la desembocadura del río Orange y erige una columna de piedras y llama al lugar Angra dos Voltas. En Port Nolloth, al noroeste de la actual Sudáfrica, se alejó de la costa y fue arrastrado por una tormenta durante el mes de enero de 1488 por treinta días, pasando de largo por el cabo que actualmente se denomina Cabo de Buena Esperanza hacia el sur, sin llegar a verlo.
Al calmarse la tormenta se dirigió al este, pero al no ver tierra decidió ir hacia el norte y llegó a Mosselbaai (Mossel Bay) el 3 de febrero de 1488, que la llamó Bahia dos Vaqueiros (Bahía de los Vaqueros). Siguió recorriendo la costa hacia el este y llegó a Algoa Bay y después alcanzó el río Groot Visrivier (Río Fish), que lo llamó Río Infante por João Infante, comandante de la segunda carabela; en ese lugar ya se encontraba en la última escala para adentrarse al Océano Índico cuando los marineros que lo acompañaban se rebelaron y forzaron a Díaz a que regresara a Portugal, debido a la escasez de provisiones y las naves estaban bastante deterioradas por la tormenta.
En su viaje de retorno es cuando descubre el cabo Agulhas, extremo meridional de África, y el cabo de Buena Esperanza, que lo llama Cabo das Tormentas (Cabo de las Tormentas) por ser el lugar donde ocurrió la tormenta. En diciembre de 1488, luego de hacer escalas en la costa occidental, entre ellas San Jorge de la Mina, (actualmente Elmina, ver mapa), llega a Lisboa tras 16 meses y 17 días de viaje y el rey João, en vista del éxito de la expedición rebautiza el nombre del cabo como Cabo da Boa Esperança (Cabo de Buena Esperanza), por ser el lugar donde se abre una ruta al este. Dias exploró alrededor de 2.030 km de costas africanas desconocidas hasta ese viaje.

fernando magallanes

Oporto, 1480-Mactán, Filipinas, 1521) Explorador y navegante portugués. Miembro de la nobleza portuguesa, estudió náutica y cartografía en Lisboa. A los veinticinco años, integró la expedición a la India mandada por Francisco de Almeida. En su siguiente viaje, esta vez a Marruecos y bajo las órdenes del duque de Braganza, resultó herido.
El monarca portugués, Manuel I el Afortunado, que disponía de un informe desfavorable acerca de la conducta de Magallanes en esta última misión, rechazó por dos veces un proyecto del marino para explorar nuevas rutas hacia Oriente, por lo que aquél decidió probar suerte en España. Llegó a Sevilla en octubre de 1517 y desde allí se dirigió a la corte, que a la sazón se encontraba en Valladolid. En ese mismo año contrajo matrimonio con Beatriz Barbosa, hija de un importante oficial sevillano, quien le dio un hijo varón, Rodrigo.
Magallanes tenía la convicción de que debía existir un paso al sur de la costa sudamericana para llegar a la India por occidente, paso que ya había buscado sin éxito Juan Díaz de Solís. La posibilidad de encontrar una ruta alternativa para llegar a Oriente a través del océano Atlántico era de vital interés para la monarquía española, ya que la costa africana estaba bajo el control de su principal rival en el comercio de especias, Portugal.
Tras renunciar a la nacionalidad portuguesa, y con el apoyo del astrónomo portugués Ruy de Faleiro y del obispo Fonseca, logró interesar en el proyecto al rey Carlos I, quien puso a su disposición cinco naves: Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago, con una tripulación de 270 hombres de distintas razas y nacionalidades. Fue nombrado gobernador de las tierras que pudiera descubrir y se le otorgó la veinteava parte de los eventuales beneficios de la expedición.
La flota zarpó de Sevilla en septiembre de 1519, luego de un fallido intento portugués de sabotear el viaje. Faleiro, víctima de un ataque de locura, se quedó en tierra. El contingente pasó por el archipiélago de las Canarias, siguió viaje hasta la costa del Brasil y dobló luego hacia el sur, donde exploró el estuario del Plata. En la bahía de San Julián, Patagonia, la expedición se estableció para invernar, período en el que se perdieron dos naves, una por accidente y la otra por deserción; además, el marino hubo de sofocar un motín.
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Por fin, el 21 de octubre de 1520 accedieron al estrecho que lleva hoy su nombre, que les permitió contornear el continente americano, al que él denominó de «Todos los Santos». Poco más de un mes después, encontraban al otro lado un océano de aguas tranquilas (que recibiría luego el nombre de océano Pacífico), ante cuya vista el aguerrido navegante lloró de emoción.
Siguieron rumbo al norte, primero bordeando la costa de Chile para virar luego al noroeste hacia las que se conocen actualmente como islas Marianas (que ellos bautizaron como Islas de los Ladrones), sin agua potable ni provisiones frescas, y con parte de la tripulación enferma de escorbuto. La llegada a aquellas islas les permitió reabastecerse y continuar explorando otras islas que conformaban el archipiélago que hoy lleva el nombre de Filipinas.
Fue en una de ellas, Mactán, donde Magallanes cayó herido de muerte en un enfrentamiento con los indígenas, con lo que se malogró su sueño de completar el primer viaje alrededor del mundo. Esta proeza correspondió al marino de origen vasco Juan Sebastián Elcano (capitán de la nave Concepción), bajo cuyo mando la expedición completó su periplo, primero rumbo a las Molucas, para tocar tierra de España el 6 de septiembre de 1522; arribó una sola nave, con dieciocho supervivientes a bordo y un cargamento de especias.

miércoles, 17 de junio de 2009

Grandes descubrimientos

Colón se trasladó a España y en 1485 se presentó en el convento franciscano de La Rábida sin una moneda en el bolsillo ni un pedazo e pan que llevarse a la boca. Aquellos monjes que habían tenido la nunciatura de Guinea con Jurisdicción sobre todos los archipiélagos atlánticos, estaban muy vinculados a las islas Canarias y al mundo marinero, de modo que no les fue difícil poner al genovés en contacto con Alonso Pinzón, armador local persona muy estima a en el puerto de Palos y verdadero apasionado por los descubrimientos de tierras nuevas. Pinzón se entusiasmó inmediatamente con el proyecto de Colón y le llevó ante el duque de Medinaceli, quien le dio dinero y una elogiosa carta de presentación para los Reyes Católicos.
Reconfortado por la generosidad del duque y por la bondad y comprensión de los fran-ciscanos y el armador, el genovés se dirigió a la corte, instalada en Córdoba, provisto de la valiosa recomendación ducal.
El 20 de enero de 1486 consiguió ser recibido por los monarcas. Durante la audiencia, Fernando se mostró frío y evasivo, pero no así Isabel, quien juzgó conveniente someter los planes de Colón a una comisión de peritos, tal como había sucedido en Portugal. Además, le fue concedida una pequeña pensión en tanto los expertos deliberasen y se le procuró alojamiento en Salamanca, ciudad donde se instaló Colón con su hijo Diego, a quien hizo venir de Portugal después de que su esposa falleciese.
En principio, la junta de técnicos fue contraria a los planes colombinos, por considerarlos erróneos; en efecto, los cálculos de Colón situaban las costas o archipiélagos asiáticos a 750 leguas al oeste de las islas Canarias, lo que realmente era inexacto. Los reyes dieron a conocer esta resolución al interesado en Málaga, aunque le prometieron volver a tratar el asunto cuando finalizase la guerra de Granada contra los musulmanes. Durante la espera, el descubrimiento del cabo de Buena Esperanza por parte portuguesa, que suponía la apertura de una ruta hacia la India circunnavegando el continente africano, restó interés al proyecto colombino de llegar a las mismas tierras por occidente.
Ante la lentitud de la monarquía española en tomar una decisión, el genovés decidió buscar fortuna en Francia. Se puso en camino y pasó de nuevo por La Rábida, donde su viejo amigo el prior le propuso demorar la partida y apremiar a los reyes. El Reino de Granada acababa de caer y la situación parecía volverse en su favor.Durante una nueva audiencia con los soberanos, Colón exigió ser nombrado Gran Al-mirante de la Mar Oceanía y virrey de todas las tierras que descubriese, además de pedir un 10 por 100 de los beneficios generados por la expedición. Fernando se enfadó y puso fin a la entrevista; Colón, resignado a continuar su peregrinación, emprendió de nuevo viaje hacia Francia. Llevaba dos horas de camino cuando fue alcanzado por un emisario: un judío converso, el tesorero del reino Luis Santángel, había hecho triunfar su causa y convencido a la reina Isabel, ofreciéndose a adelantar el dinero necesario para la expedición. Por fin, el sueño de Colón iba a hacerse realidad.

viernes, 12 de junio de 2009

egipto

NACEN LAS CIUDADES.




MEDIO DE TRANSPORTE
Carro de rueda
Fuerzas de los animales
Barco a vela
AUMENTO DE POBLACION
AUMENTO DE ALIMENTOS
EXCEDENTE ECONOMACO(sobra de alimentos)

Agricultura idraulica o de regadio
(se cultiva utilizando los rios)
se hacen obras de ingenieria
canales y dikes
METAL .Cobre.Bronce.Hierro
USO DE
Heramientas
Armas
RELIGIONES
POLITEISTA (MAS DE UN DIOS)
MONOLEISTA (UN DIOS)
ESTADO.REY(MORNAQUIA)
ESCRITURA
ARADO

egipto

La República Árabe de Egipto es un país de África, situado en su ángulo nordeste. La Península del Sinaí, pertenece al continente asiatico. La mayoría de la población se asienta a lo largo del río Nilo y la mayor parte de su superficie la forma el Desierto del Sahara casi toda ella no habitada. Su capital es El Cairo.



La regularidad y riqueza de la inundación anual del río Nilo, junto a un aislamiento parcial debido a que hacia el este y oeste está el desierto, permitieron el desarrollo de una de las mayores civilizaciones del mundo.
Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, escapando de la desertización del Sahara. Las primeras comunidades hicieron habitable el país, y se estructuraron en regiones llamadas nomos. Pasado el tiempo y tras épocas de acuerdos y disputas los nomos se agruparon en dos proto-naciones, el Alto Egipto y el Bajo Egipto. Egipto se unifica alrededor del año 3200 adC, desde el faraón Menes (Narmer en su nombre egipcio).
La historia del Antiguo Egipto: se divide en tres imperios con periodos intermedios de dominación por gobernantes extranjeros y conflictos internos. El Imperio Antiguo se caracterizó por el florecimiento de las artes y la construcción de inmensas pirámides. Durante el Imperio Medio (2050-1800 adC), tras una etapa de descentralización, Egipto conoció un período de esplendor en su economía.
En el Imperio Nuevo (1567-1085 adC) la monarquía egipcia alcanzó su edad dorada conquistando a los pueblos vecinos y expandiendo sus dominios bajo la dirección de los faraones de la dinastía XVIII.La última dinastía fue derrocada por los persas en el año 341 adC, quienes a su vez fueron reemplazados por los griegos, romanos y bizantinos.
Los árabes introdujeron el Islam y el idioma árabe en el siglo VII y gobernaron los siguientes seis siglos. Una casta militar local, los mamelucos, tomaron el control del gobierno alrededor del año 1250 derrotaron a los mongoles en su avance imparable por Asia y continuaron gobernando después de la conquista de Egipto por los turcos otomanos en 1517.
Tras la apertura del canal de Suez en 1869, Egipto se convirtió en un importante centro de comunicaciones, pero cayó a su vez en una fuerte deuda. Los británicos tomaron el control del gobierno en forma de protectorado hacia 1882, hasta la independencia total de Egipto, tras la Segunda Guerra Mundial.
Entre 1958 y 1961 Egipto, durante la presidencia de Gamal Abdel Nasser, formó parte, junto con Siria, de la República Árabe Unida.
El sistema de gobierno egipcio es dictatorial, dirigido por el presidente Hosni Mubarak que gobierna desde 1981, entre otras razones porque su partido decide los representantes que pueden o no presentarse por parte de la oposición. La oposición más organizada al régimen ha procedido tradicionalmente de la ilegal pero frecuentemente tolerada organización política social y religiosa de los Hermanos Musulmanes, pionera del islamismo político en el mundo árabe y con una gran influencia entre las clases empobrecidas.
Un esquema parecido al que llevó al conflicto argelino, entre un poder autoritario respaldado por unas minorías pudientes y prooccidentales y una mayoría pobre, con altos índices de analfabetismo, de orientación conservadora en la que ocasionalmente germinan organizaciones radicales como la al-Gama'a al-Islamiyya o Yihad Islámico, responsables de numerosos atentados. En las elecciones de septiembre de 2005, ante la presión de Estados Unidos (deseoso de legitimar sus intervenciones en la región), aceptó por primera vez la presentación de candidatos alternativos.
Las elecciones, que otorgaron al presidente un quinto mandato, se caracterizaron por su baja participación, la denuncia de irregularidades, la posición dubitativa y moderada de los Hermanos Musulmanes y el protagonismo mediático de la coalición opositora Kifaya, iniciándose así un tímido e incierto movimiento hacia la reforma política en Egipto.
Cultura: los egipcios esculpieron gigantescas estatuas representando a dioses y faraones. Otra especialidad egipcia eran los grandes obeliscos, en los cuales escribían títulos y alabanzas del faraón en escritura jeroglífica.
Después del fin de las dinastías egipcias, la cultura egipcia mantuvo sus características fundamentales hasta la dominación romana, influyendo en todo el Mediterraneo occidental. Los últimos sacerdotes de Isis, en la isla de File, mantuvieron su culto hasta que fue prohibido por Justiniano I, en 535 ddC.